EL ZOO MUSICAL

He visto un zoo muy curioso,

Con mucho ritmo y muy animoso.

Se llama «El zoo musical´´,

El más divertido del mundo animal.

 

Primero vi a una jirafa tenor,

Que cantaba la nota DO.

Después vi monos al mogollón,

Que tocaban juntos el trombón.

 

En la piscina, el delfín

Tocaba sin fin,

Tonos muy bellos

Con el violín.

 

Loa dulces loros

Cantan y bailan,

Con sus colores que a todos encantan.

Los cocodrilos y los rinocerontes,

Tocan los bongos y los tambores.

Sin embargo la nutria y la carpa,

Tocan tranquilas, una gran arpa.

Los leones,

Cantan los coros,

Muy profesionales

Con sus rugidos armoniosos.

 

Las maracas

Son cosa de ranas,

Y el piano

Del koala australiano.

 

Por último el elefante

Es el director,

Con su traje elegante

Y su vozarrón.

Olivia R.

EL JARDÍN A MEDIANOCHE

Hace muchos años, en una pequeña casa vivía una familia que no era ni pobre ni rica. La familia García estaba compuesta por el señor y la señora García y sus dos hijos llamados Pedro y Pablo. Pedro era bueno, simpático y obediente, pero en cambio Pablo era bromista, desobediente y un poco holgazán.

Un día el señor y la señora García oyeron una leyenda sobre un jardín que se volvía mágico a media noche. Al no creerse la leyenda, fueron a la casa del gran sabio del pueblo para preguntarle si la leyenda era cierta, a lo que el sabio respondió: «La leyenda es cierta, pero si alguien va al jardín y es media noche y observa las maravillas que hay en él, al día siguiente, a media noche no se volverá a repetir la escena de la noche anterior.» Además, el  sabio les dijo que por ahora nadie se había atrevido a ir al jardín a medianoche por temor a lo que pudiera pasar.

Una semana después de la visita con el sabio, la familia decidió irse de picnic  al jardín mágico. El picnic transcurrió bien y sin accidentes. Por la tarde volvieron a su casa y Pablo se escapó al jardín y esperó impacientemente escondido detrás de un matorral a que llegaran las doce.

Al llegar la medianoche, aparecieron hadas y duendes por todas partes, que momentos después se iluminaron. Las flores cobraron movimiento, y bailaron al son de una melodía muy extraña procedente de los árboles. Un delicioso aroma llegaba desde las flores más altas. Era un espectáculo increíble. Pablo se lo estaba pasando genial, mientras, en el pueblo su familia le estaba buscando por todas partes.

A la mañana siguiente le encontraron en el jardín, transformado en piedra. Nadie sabe cómo ni porque, pero en su cara había una sonrisa dibujada.

 

Carla M.

BRUJARELLA POLICíA

 

Hace  muchos, muchos  años, en el bosque de Terragrís, en una pequeña choza vivía una bruja llamada Brujarella y al lado de su choza había un iglú donde vivía su amigo Gustavo, el pingüino detective.

Una mañana, Gustavo el detective le propuso a Brujarella que se dedicara al oficio de policía y a Brujarella le pareció una buena idea.

Al día siguiente, Brujarella recibió una llamada de una bruja llamada Viejarella, a la que le habían robado la varita. Brujarella avisó a Gustavo y fueron a la casa de Viejarella. Estaba llena de telarañas y de bichos, entonces Brujarella comenzó a hacerle preguntas a la bruja mientras Gustavo investigaba. Viejarella dijo que no escuchaba nada, porque estaba sorda como una tapia. Gustavo interrumpió, había encontrado una pluma negra y las magdalenas de arándanos estaban mordisqueadas.

-Escuché un leve aleteo- acabó  Viejarella.                                                                     -Gustavo dijo- Es esa urraca que roba varitas, se llama Cornelia y vive en un árbol a tres manzanas de aquí.                                                                                             -Pues vamos, no hay tiempo que perder-dijo Brujarella.

Cuando llegaron, la urraca al verlos salió corriendo, o mejor dicho volando, y tras media hora de persecución la capturaron.

Brujarella la metió en una jaula que tenía en el desván y allí se quedó. Le dijeron que podía salir dentro de un mes, pero si volvía a robar se quedaría allí para siempre.

Brujarella  pensaba que  ya podía estar tranquila, pero recibió una llamada de Manzanella, la bruja que mejor hacía pociones de todo Terragris, diciendo que le habían robado su escoba y no podía ir a coger lo necesario para elaborar una de sus famosas pociones.

Brujarella y Gustavo se pusieron en camino hacia la casa de Manzanella. Al llegar hicieron lo mismo que con Viejarella, Brujarella preguntaba y Gustavo investigaba. Brujarella le preguntó a Manzanella si había visto al ladrón y esta dijo que había visto una sombra con forma de perro. Gustavo mandó callar a todos los presentes, había encontrado una pista. Había pelo de lobo donde Manzanella guardaba su escoba.

-Sé quién ha sido. Ese lobo llamado Hugo – Dijo Gustavo.                                        -Maldito lobo roba escobas- dijo Manzanella.

Tras la maldición de Manzanella, Brujarella y Gustavo se pusieron en camino en busca del lobo.

Al lado del río de Terragrís, Brujarella y Gustavo vieron una madriguera. Gustavo entró y se escuchó un gran grito, venía de dentro. Tras el grito, salió Gustavo perseguido por Hugo, entonces Brujarella se abalanzó sobre él y lo capturó. Cogió una cuerda, la ató al cuello del lobo y se dirigieron a la choza de Brujarella donde ataron a un árbol cercano.

Tras encerrar a ambos ladrones, fueron a sus guaridas a recuperar la varita y la escoba robadas para entregárselas a sus dueños.

Pasado un mes, liberaron a los ladrones con la condición de que no volvieran a robar.

Cumpliendo las normas, Cornelia y Hugo vivieron felices sin la necesidad de robar.

 

Texto: Darío P.

Imagen: Olivia R.

Aiora, la violinista

Había una vez, hace mucho tiempo, en un pueblo donde siempre llovía, una niña de 10 años llamada Aiora.

A ella le gustaba muchísimo la música y de mayor quería ser violinista, pero en su pueblo no había academias ni escuelas de música así que decidió comprarse un violín y aprender por su cuenta.

Cuanto tuvo el dinero ahorrado, se lo compró y cuando empezó a tocar, todo el pueblo quería escucharla.

A los 24 años, se tuvo que irse del pueblo porque allí no encontró el oficio de música, así que se fue a la gran ciudad. Allí tocó el violín en una academia de ballet y cuando tocaba hechizaba a los zapatos de las bailarinas y ellas bailaban como nunca.

Después de unos años, la academia se convirtió en la más famosa del mundo entero y Aiora recibió muchos premios.

Cuando Aiora se jubiló, la academia dejó de ser lo que era antes, pero Aiora siguió tocando y consiguió montar en muchos pueblos una academia de música para que todos los niños y niñas pudieran estudiar música desde pequeños.

Aiora tardó mucho en morirse porque, según dicen, el espíritu joven que había creado la música dentro de ella la mantuvo sana y fuerte hasta el último de sus días.

Leire L.

NUEVA VIDA PLANETARIA

Se encuentra vida fuera de la tierra gracias a una expedición científica .

El pasado viernes, de madrugada, se ha encontrado vida en un planeta llamado Marte.

Los investigadores de la N.A.S.A afirman haber visto, mientras buscaban una pelota de baloncesto, una especie de criatura que se había colado en su nave de última generación en la que habían llegado a Marte.

Se ha demostrado que el hijo de Michael Jordan  botó la pelota muy fuerte y acabó en el planeta Marte, teniendo que ir los científicos a por ella.
El niño ha recibido dos premios diferentes: Uno, por elevar botando una pelota hasta un planeta lejano, y el otro por ayudar a descubrir una nueva especie.

Los científicos han llamado a esta especie: «Slapexa Noputimos´´. Para abreviar este nombre lo han reducido a SLAPNOP, por las
iniciales.

Se cuenta que es verde, parecida a una rana caballo con manchas, y que habla como un Loony-Tune (un personaje animado).
Algunos trabajadores están en el hospital por hacer tanto esfuerzo.

Olivia R.

MILES DE OSOS ACUDEN A IKEA EN BUSCA DE COLCHONES PARA PREPARAR SU HIBERNACIÓN.

Prepararse para la hibernación requiere: un colchón, un poco de estilo para camuflarse y ponerse de acuerdo con tu pareja (y a alguien dormilón).

Miles de osos pardos alquilan caravanas para llegar al IKEA de Valencia dejando sin reservas a las agencias de vehículos, por ejemplo, Osito Lamper Van. En fila india y a 120 por hora, varios centenares de caravanas iban por la autopista hacia Valencia.

Con gran estruendo de motores, aparcan los vehículos ocupando todo el parking de IKEA y seguidamente entran en la tienda y se llevan todos los suministros de colchones que había (pagados gratuitamente por cortesía de los dependientes y las cajeras).

Se ha descubierto gracias al fotógrafo Agustín Don Pepín, que los osos habitan las cuevas de Guadán. Las fotos que este tomó no son muy buenas porque las tomó desde la copa de un ciprés, pero se puede observar a varias parejas discutiendo sobre la estética del colchón.

Ya saben, si buscan colchones, no vayan al IKEA de Valencia en el mes de Noviembre, porque no quedará ni uno, aunque en IKEA tengan muy buenos precios.

Alba B.

EL DEMONIO Y LA CAJA LEGENDARIA

Hace muchos, muchos años, en el inframundo, era invierno. En el centro de un gran laberinto había una tribu de demonios. Allí vivía el pequeño Trigón. Él tenía solo un defecto: tenía mucha curiosidad.

Un día de diciembre, el más anciano de la tribu le contó “La leyenda de la caja mágica”, que estaba al otro lado del laberinto. Nadie había vuelto con vida. Había un lobo solitario hambriento que se perdió hace 30 años y desde entonces la protege… A Trigón le picó la curiosidad y decidió ir.

A la mañana siguiente el pequeño demonio se preparó una mochila con agua y cinco trozos de carne: una para él y cuatro para el lobo.

Durante la estancia en el laberinto tuvo que superar varias pruebas, como trampas y contratiempos.

A lo lejos vio al lobo, que se acercó para comérselo; en ese momento Trigón le enseñó un filete y el lobo se amansó y aprovechó para abrir la caja mágica. Luego el laberinto desapareció y apareció el sol.

Desde entonces, los demonios viendo el espacio y el sol supieron que Trigón lo había logrado.

 

Gloria C.

UNA ORCA EN CAUTIVIDAD

Lolita es una orca que actualmente vive en Florida, Estados Unidos. La pescaron cuando era una cría de 3 años, en 1970.

Desde entonces, ha permanecido 49 años en cautividad y 39 de ellos sin ver a otra de su especie. El acuario la acogió porque sabía que tendría éxito y ganarían dinero con sus actuaciones.

Algunos ecologistas se han manifestado junto a otros ciudadanos para liberarla. Han perdido un juicio por no poder demostrar que realmente la orca no está feliz, a pesar de que su acuario es pequeño y sólo tiene 6 metros de profundidad, muy poco para una orca de 49 años.

Gloria C.