VER DEMASIADO LA TELEVISIÓN

Ver demasiado la televisión provoca retrasos en el desarrollo del lenguaje y hasta aprender lenguaje obsceno e incluso tener poca relación con la familia.

También produce obesidad, signos de depresión, inmadurez, frustración, pereza y fatiga. Además puede provocar hábitos de consumo perjudiciales: la publicidad mal orientada incita a los niños a pedir todo lo que ven. Y también se puede sufrir trastornos del sueño: ver programas violentos, excitantes o demasiado ruidosos a la hora de acostarse puede provoca insomnio y pesadillas en los niños.

Carmen M.